A lo largo de sus respectivas carreras, Federer y Nadal llegaron a lo más alto del ranking ATP, protagonizando finales épicas en torneos como Wimbledon, Roland Garros y el Abierto de Australia.
A pesar de no haber tenido un año brillante, Garin recuperó su mejor nivel en el césped inglés de Roehampton, escenario de la fase previa del tercer major del año.