Estudiantes de distintas carreras de Santo Tomás Viña del Mar participaron en los ya tradicionales Trabajos Voluntarios de Invierno. Esta vez, la comunidad beneficiada fue el centro “Relmu Rayen Chod Lafken» ubicado en Camino El Olivar, sector amenazado por el gran incendio de febrero pasado. La elección no fue casualidad, ya que desde el inicio de este año se han organizado diversas actividades para ir en ayuda de los sectores más afectados. “Es en este contexto que se analizó esta alternativa, considerando también que estuviese a nuestro alcance dar satisfacción concreta a algunas de las necesidades de la comunidad elegida. Es así como nos vinculamos a la comunidad que pertenece al centro ceremonial mapuche ‘Relmu Rayen Chod Lafken’, desarrollando trabajos tales como recuperación de huerta, habilitación de un sector de juegos para niños, replantación nativa y apoyo a la etapa inicial en la construcción de una ruka habitacional”, relata Loreto Caviedes, directora de Asuntos Estudiantiles. Más allá de la contingencia, la directora valoró que los estudiantes decidieran dedicar una semana de sus vacaciones de invierno al voluntariado: “justamente este hecho es el que reviste mayor importancia, toda vez que son nuestras y nuestros jóvenes quienes prefieren ofrendar parte de sus días de descanso con el único propósito de hacer vida la solidaridad y fraternidad con quienes lo pueden necesitar”. Pilar Marcoleta está a punto de egresar de la carrera Técnico en Educación Parvularia 1° y 2° Básico y en esta oportunidad le correspondió asumir el cargo de jefa de comunidad. “Me motiva ayudar a la gente, conocer, ver otras realidades, uno siempre aprende, toda la vida, así que bienvenido sea”, dice respecto a las razones que la llevan a participar en los Trabajos Voluntarios de Santo Tomás. Para Francisco Díaz, estudiante de Técnico en Minería y Metalurgia, estos fueron sus primeros Trabajo Voluntarios: “lo que he aprendido en este primer voluntariado es conocer la comunidad mapuche, vivir la unión del equipo como estudiantes, conocer nuevas personas. Es una bonita experiencia, yo encuentro que todas las personas deberían hacer esto, es muy bueno”. “Sí, estamos sacrificando una semana de vacaciones, pero yo lo vi más por un tema de sociabilizar con más gente, conocer otras historias de otras personas, otras realidades de vida. ¿Uno qué hace en las vacaciones? Estar acostado, descansar, pero esto me gustó, me lo propuse y dije ‘ok, voy a hacerlo’. Ya me motivé y ahora mi idea es ir al voluntariado de verano”, promete.
Estudiantes de distintas carreras de Santo Tomás Viña del Mar participaron en los ya tradicionales Trabajos Voluntarios de Invierno. Esta vez, la comunidad beneficiada fue el centro “Relmu Rayen Chod Lafken» ubicado en Camino El Olivar, sector amenazado por el gran incendio de febrero pasado. La elección no fue casualidad, ya que desde el inicio de este año se han organizado diversas actividades para ir en ayuda de los sectores más afectados. “Es en este contexto que se analizó esta alternativa, considerando también que estuviese a nuestro alcance dar satisfacción concreta a algunas de las necesidades de la comunidad elegida. Es así como nos vinculamos a la comunidad que pertenece al centro ceremonial mapuche ‘Relmu Rayen Chod Lafken’, desarrollando trabajos tales como recuperación de huerta, habilitación de un sector de juegos para niños, replantación nativa y apoyo a la etapa inicial en la construcción de una ruka habitacional”, relata Loreto Caviedes, directora de Asuntos Estudiantiles. Más allá de la contingencia, la directora valoró que los estudiantes decidieran dedicar una semana de sus vacaciones de invierno al voluntariado: “justamente este hecho es el que reviste mayor importancia, toda vez que son nuestras y nuestros jóvenes quienes prefieren ofrendar parte de sus días de descanso con el único propósito de hacer vida la solidaridad y fraternidad con quienes lo pueden necesitar”. Pilar Marcoleta está a punto de egresar de la carrera Técnico en Educación Parvularia 1° y 2° Básico y en esta oportunidad le correspondió asumir el cargo de jefa de comunidad. “Me motiva ayudar a la gente, conocer, ver otras realidades, uno siempre aprende, toda la vida, así que bienvenido sea”, dice respecto a las razones que la llevan a participar en los Trabajos Voluntarios de Santo Tomás. Para Francisco Díaz, estudiante de Técnico en Minería y Metalurgia, estos fueron sus primeros Trabajo Voluntarios: “lo que he aprendido en este primer voluntariado es conocer la comunidad mapuche, vivir la unión del equipo como estudiantes, conocer nuevas personas. Es una bonita experiencia, yo encuentro que todas las personas deberían hacer esto, es muy bueno”. “Sí, estamos sacrificando una semana de vacaciones, pero yo lo vi más por un tema de sociabilizar con más gente, conocer otras historias de otras personas, otras realidades de vida. ¿Uno qué hace en las vacaciones? Estar acostado, descansar, pero esto me gustó, me lo propuse y dije ‘ok, voy a hacerlo’. Ya me motivé y ahora mi idea es ir al voluntariado de verano”, promete.