Funcionarios de Gendarmería de la región de Valparaíso se sumaron al paro nacional convocado, exigiendo mejoras significativas en su carrera funcionaria tras meses de negociaciones estancadas con el Ejecutivo. Pablo Araya, sargento primero y presidente provincial de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), destacó la relevancia de la movilización en la región, que alberga importantes centros penitenciarios. “Estamos presentes porque buscamos defender la dignidad de todos los trabajadores penitenciarios. Somos la primera línea de defensa contra la delincuencia, y a pesar de ello, nos han maltratado y no nos han escuchado”, afirmó. La principal demanda de los gendarmes es un plan de ascensos más amplio, que incluya 9.400 promociones en dos años, frente a los 1.785 ascensos en tres años ofrecidos por el Gobierno, propuesta que consideran insuficiente. Araya también subrayó el papel esencial de Gendarmería en la reinserción social. “No estamos pidiendo privilegios, estamos exigiendo condiciones laborales dignas para desempeñar un trabajo que es clave en la seguridad pública y en la rehabilitación de las personas privadas de libertad. La reinserción social no puede lograrse sin una Gendarmería fortalecida y respetada”. Las movilizaciones en Valparaíso y a nivel nacional continuarán mientras no haya avances significativos en las negociaciones. Los funcionarios recalcan la importancia de una respuesta pronta y efectiva por parte del Ejecutivo para garantizar la estabilidad en los recintos penitenciarios y el reconocimiento de su labor fundamental.
Funcionarios de Gendarmería de la región de Valparaíso se sumaron al paro nacional convocado, exigiendo mejoras significativas en su carrera funcionaria tras meses de negociaciones estancadas con el Ejecutivo. Pablo Araya, sargento primero y presidente provincial de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), destacó la relevancia de la movilización en la región, que alberga importantes centros penitenciarios. “Estamos presentes porque buscamos defender la dignidad de todos los trabajadores penitenciarios. Somos la primera línea de defensa contra la delincuencia, y a pesar de ello, nos han maltratado y no nos han escuchado”, afirmó. La principal demanda de los gendarmes es un plan de ascensos más amplio, que incluya 9.400 promociones en dos años, frente a los 1.785 ascensos en tres años ofrecidos por el Gobierno, propuesta que consideran insuficiente. Araya también subrayó el papel esencial de Gendarmería en la reinserción social. “No estamos pidiendo privilegios, estamos exigiendo condiciones laborales dignas para desempeñar un trabajo que es clave en la seguridad pública y en la rehabilitación de las personas privadas de libertad. La reinserción social no puede lograrse sin una Gendarmería fortalecida y respetada”. Las movilizaciones en Valparaíso y a nivel nacional continuarán mientras no haya avances significativos en las negociaciones. Los funcionarios recalcan la importancia de una respuesta pronta y efectiva por parte del Ejecutivo para garantizar la estabilidad en los recintos penitenciarios y el reconocimiento de su labor fundamental.