El Departamento de Cardiología del Hospital Carlos van Buren realizó un operativo con el fin de contribuir a la reducción de la extensa lista de espera. El equipo, liderado por la Dra. Cecilia García, jefa de Cardiología del Hospital van Buren, junto a la colaboración de unidades de apoyo del centro asistencial, como de la Fundación Capurro, lograron atender a 37 pacientes que requerían atención especializada. La jefa de Cardiología del Hospital Carlos van Buren, Dra. Cecilia García, destacó que “un exitoso operativo donde realizamos más de 120 presentaciones cardiológicas, entre ellas, electrocardiograma, ecocardiograma, Holter de Arritmias y consulta de subespecialidad”. La especialista aseguró que “nuestros usuarios deben saber que este equipo humano trabaja y trabajará incansablemente para brindar una atención digna, de calidad y altamente resolutiva”. El Dr. Carlos Astudillo, cardiólogo del centro porteño, destacó la importancia de esta iniciativa, señalando que se logró atender a 37 pacientes en lista de espera, de los 43 previamente seleccionados para el operativo. Los pacientes recibieron atención médica integral, incluyendo la realización de diversas técnicas, lo que permitió completar los exámenes necesarios para su diagnóstico y tratamiento. El especialista sostuvo que “vinimos todos los que participamos, médicos, enfermeras y funcionarios, en forma extra, de 8 a 13 horas para atender a esos pacientes en lista de espera. De esos 43 pacientes, llegaron 37 y la mayoría fueron resueltos completamente en la misma consulta, porque a cada paciente, además del control médico, les realizamos las técnicas correspondientes como electrocardiograma o ecocardiograma, así que se fueron con los exámenes completos”. En cuanto al perfil de los pacientes atendidos, en su mayoría eran adultos medianos o mayores, con edades a partir de los 60 años, todos usuarios del Hospital Carlos van Buren. Se atendieron casos que requerían precisar un diagnóstico de insuficiencia cardíaca, algunos confirmados que quedaron en seguimiento en el policlínico, así como otros en los que se descartó el diagnóstico y fueron derivados a sus centros de atención primaria. También se evaluaron pacientes en espera de cirugía no cardíaca, a quienes se les proporcionó el pase quirúrgico para agilizar su atención. Este esfuerzo adicional contó con el apoyo trascendental de la Fundación Capurro, institución de beneficencia que ha contribuido al desarrollo de la cardiología en la región de Valparaíso durante 70 años. La lista de espera en cardiología es extensa, por lo que se priorizó a aquellos pacientes que llevaban más tiempo esperando o que presentaban una mayor urgencia según las interconsultas realizadas. La enfermera de Cardiología del Hospital van Buren, Solange Espinoza, detalló que, como equipo de enfermería, “tuvimos que gestionar, junto con la Dra. García, la selección de los pacientes y la confección de la agenda para llamarlos por teléfono, luego, en el operativo, gestionamos los casos con hallazgos de insuficiencia cardíaca para el policlínico de Cardiología, fijamos sus próximos controles o exámenes, los que también pueden ser derivados al Hospital Gustavo Fricke, si procede”. En esta jornada especial participaron seis médicos cardiólogos, incluyendo dos becados de cardiología, así como dos enfermeras como apoyo, seis TENS y un auxiliar. Además, contó con el apoyo de las unidades de Farmacia, Archivo y Recaudación. La coordinación previa fue fundamental para asegurar una atención oportuna a los pacientes.
El equipo del Departamento de Cardiología del Hospital Carlos van Buren destacó los logros obtenidos por sus becados en el XXVI Curso Anual de Ecocardiografía e Imágenes Cardíacas de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, quienes se adjudicaron dos de los tres premios. Los médicos Alfonso Vargas y Nicolás Miño, becados de cardiología, obtuvieron el segundo y tercer lugar respectivamente en el concurso de casos clínicos, compitiendo con instituciones, tanto públicas como privadas, de renombre a nivel nacional. La doctora Cecilia García B., jefa de Cardiología, destacó la importancia de la participación activa del Departamento de Cardiología en cursos nacionales, quien resaltó el prestigio del Hospital Carlos van Buren en este tipo de eventos. “Dichos premios nos llenan de orgullo, pues se trata de casos clínicos seleccionados y preparados en nuestro departamento, por los becados y los miembros de nuestro servicio”, subrayó la especialista. El doctor Carlos Astudillo, Cardiólogo del Hospital Carlos Van Buren y profesor de Cardiología en la Universidad de Valparaíso, explicó que la premiación se basó en la capacidad de los becados para exponer casos clínicos interesantes, así como en la relevancia y aportes de dichos casos para la cardiología. Señaló que el reconocimiento obtenido por los becados refleja el prestigio y la preparación de la cardiología local en la formación de nuevos cardiólogos. El médico docente sostuvo que “tanto para el Hospital Carlos Van Buren como campo clínico de la Universidad de Valparaíso, pesa en el prestigio que tiene la cardiología local en la preparación de los nuevos cardiólogos, por lo tanto, esto puede ser un incentivo para que más gente postule a hacer su campo clínico, su beca en esta universidad y en este hospital”. El doctor Alfonso Vargas, becado de Cardiología de la Universidad Valparaíso, describió un caso clínico de un paciente joven con un aneurisma de seno de Valsalva que se complicó, pero finalmente fue resuelto, el cual le valió el segundo lugar, resaltando la rareza y complejidad del mismo, así como su valor educativo para la comunidad médica. Destacó el hecho de que, a pesar de contar con recursos limitados, el Hospital Carlos van Buren logró destacarse entre instituciones con mayores recursos. Por su parte, el doctor Nicolás Miño Espinoza, becado de primer año de la Universidad de Valparaíso, compartió detalles sobre el caso clínico de un paciente sobre los 50 años que fue diagnosticado de coartación aórtica hace 30 años, sin imágenes, pero en ese momento decidió no ser intervenido, sin embargo, tras tres décadas, volvió nuevamente por sintomatología asociada a la patología, por lo tanto, fue diagnosticado nuevamente y resuelta su patología de forma endovascular, labor que le hizo merecedor del tercer lugar. El facultativo subrayó la importancia de haber logrado solucionar la patología de un paciente utilizando recursos limitados, en contraste con casos presentados por colegas de instituciones con mayores recursos tecnológicos.
El Departamento de Cardiología del Hospital Carlos van Buren realizó un operativo con el fin de contribuir a la reducción de la extensa lista de espera. El equipo, liderado por la Dra. Cecilia García, jefa de Cardiología del Hospital van Buren, junto a la colaboración de unidades de apoyo del centro asistencial, como de la Fundación Capurro, lograron atender a 37 pacientes que requerían atención especializada. La jefa de Cardiología del Hospital Carlos van Buren, Dra. Cecilia García, destacó que “un exitoso operativo donde realizamos más de 120 presentaciones cardiológicas, entre ellas, electrocardiograma, ecocardiograma, Holter de Arritmias y consulta de subespecialidad”. La especialista aseguró que “nuestros usuarios deben saber que este equipo humano trabaja y trabajará incansablemente para brindar una atención digna, de calidad y altamente resolutiva”. El Dr. Carlos Astudillo, cardiólogo del centro porteño, destacó la importancia de esta iniciativa, señalando que se logró atender a 37 pacientes en lista de espera, de los 43 previamente seleccionados para el operativo. Los pacientes recibieron atención médica integral, incluyendo la realización de diversas técnicas, lo que permitió completar los exámenes necesarios para su diagnóstico y tratamiento. El especialista sostuvo que “vinimos todos los que participamos, médicos, enfermeras y funcionarios, en forma extra, de 8 a 13 horas para atender a esos pacientes en lista de espera. De esos 43 pacientes, llegaron 37 y la mayoría fueron resueltos completamente en la misma consulta, porque a cada paciente, además del control médico, les realizamos las técnicas correspondientes como electrocardiograma o ecocardiograma, así que se fueron con los exámenes completos”. En cuanto al perfil de los pacientes atendidos, en su mayoría eran adultos medianos o mayores, con edades a partir de los 60 años, todos usuarios del Hospital Carlos van Buren. Se atendieron casos que requerían precisar un diagnóstico de insuficiencia cardíaca, algunos confirmados que quedaron en seguimiento en el policlínico, así como otros en los que se descartó el diagnóstico y fueron derivados a sus centros de atención primaria. También se evaluaron pacientes en espera de cirugía no cardíaca, a quienes se les proporcionó el pase quirúrgico para agilizar su atención. Este esfuerzo adicional contó con el apoyo trascendental de la Fundación Capurro, institución de beneficencia que ha contribuido al desarrollo de la cardiología en la región de Valparaíso durante 70 años. La lista de espera en cardiología es extensa, por lo que se priorizó a aquellos pacientes que llevaban más tiempo esperando o que presentaban una mayor urgencia según las interconsultas realizadas. La enfermera de Cardiología del Hospital van Buren, Solange Espinoza, detalló que, como equipo de enfermería, “tuvimos que gestionar, junto con la Dra. García, la selección de los pacientes y la confección de la agenda para llamarlos por teléfono, luego, en el operativo, gestionamos los casos con hallazgos de insuficiencia cardíaca para el policlínico de Cardiología, fijamos sus próximos controles o exámenes, los que también pueden ser derivados al Hospital Gustavo Fricke, si procede”. En esta jornada especial participaron seis médicos cardiólogos, incluyendo dos becados de cardiología, así como dos enfermeras como apoyo, seis TENS y un auxiliar. Además, contó con el apoyo de las unidades de Farmacia, Archivo y Recaudación. La coordinación previa fue fundamental para asegurar una atención oportuna a los pacientes.
El equipo del Departamento de Cardiología del Hospital Carlos van Buren destacó los logros obtenidos por sus becados en el XXVI Curso Anual de Ecocardiografía e Imágenes Cardíacas de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, quienes se adjudicaron dos de los tres premios. Los médicos Alfonso Vargas y Nicolás Miño, becados de cardiología, obtuvieron el segundo y tercer lugar respectivamente en el concurso de casos clínicos, compitiendo con instituciones, tanto públicas como privadas, de renombre a nivel nacional. La doctora Cecilia García B., jefa de Cardiología, destacó la importancia de la participación activa del Departamento de Cardiología en cursos nacionales, quien resaltó el prestigio del Hospital Carlos van Buren en este tipo de eventos. “Dichos premios nos llenan de orgullo, pues se trata de casos clínicos seleccionados y preparados en nuestro departamento, por los becados y los miembros de nuestro servicio”, subrayó la especialista. El doctor Carlos Astudillo, Cardiólogo del Hospital Carlos Van Buren y profesor de Cardiología en la Universidad de Valparaíso, explicó que la premiación se basó en la capacidad de los becados para exponer casos clínicos interesantes, así como en la relevancia y aportes de dichos casos para la cardiología. Señaló que el reconocimiento obtenido por los becados refleja el prestigio y la preparación de la cardiología local en la formación de nuevos cardiólogos. El médico docente sostuvo que “tanto para el Hospital Carlos Van Buren como campo clínico de la Universidad de Valparaíso, pesa en el prestigio que tiene la cardiología local en la preparación de los nuevos cardiólogos, por lo tanto, esto puede ser un incentivo para que más gente postule a hacer su campo clínico, su beca en esta universidad y en este hospital”. El doctor Alfonso Vargas, becado de Cardiología de la Universidad Valparaíso, describió un caso clínico de un paciente joven con un aneurisma de seno de Valsalva que se complicó, pero finalmente fue resuelto, el cual le valió el segundo lugar, resaltando la rareza y complejidad del mismo, así como su valor educativo para la comunidad médica. Destacó el hecho de que, a pesar de contar con recursos limitados, el Hospital Carlos van Buren logró destacarse entre instituciones con mayores recursos. Por su parte, el doctor Nicolás Miño Espinoza, becado de primer año de la Universidad de Valparaíso, compartió detalles sobre el caso clínico de un paciente sobre los 50 años que fue diagnosticado de coartación aórtica hace 30 años, sin imágenes, pero en ese momento decidió no ser intervenido, sin embargo, tras tres décadas, volvió nuevamente por sintomatología asociada a la patología, por lo tanto, fue diagnosticado nuevamente y resuelta su patología de forma endovascular, labor que le hizo merecedor del tercer lugar. El facultativo subrayó la importancia de haber logrado solucionar la patología de un paciente utilizando recursos limitados, en contraste con casos presentados por colegas de instituciones con mayores recursos tecnológicos.