Las alergias son reacciones a sustancias extrañas que provocan estornudos, congestión, picazón y en algunos casos, hasta inflamación en las vías respiratorias. Si bien las hay de muchos tipos, como alergias alimentarias, a los ácaros e incluso a los animales, por estos días las más recurrentes son las estacionales. Y es que la primavera causa estragos en el sistema inmune de más de alguno que no sabe qué hacer para evitar estos síntomas que podrían evolucionar de manera más compleja. Así lo explica Nicolás Faúndes, inmunólogo del Hospital Dr. Gustavo Fricke. “En el caso particular de lo que uno conoce habitualmente como alergias estacionales, hace referencia específicamente a los fenómenos de rinitis alérgica, que básicamente tras la exposición con algún alérgeno, en este caso polen, se genera una respuesta del sistema inmune a nivel local. También puede ser a nivel pulmonar, y se generan todos estos síntomas como la rinorrea, que es que corre agüita por la nariz, que pique, los estornudos, la congestión, esta obstrucción nasal que suele ocurrir. Y en los pacientes asmáticos también pueden ser generadores de crisis asmática”. ¿Cómo hacer para combatir estas reacciones? El inmunólogo explica que los antihistamínicos, que comúnmente utiliza la mayoría como loratadina y desloratadina, son útiles, pero que, para un tratamiento más certero, siempre lo mejor es consultar a un especialista. “Siempre es importante tener una evaluación por un médico o médica que permita el diagnóstico correcto, porque no todos los síntomas que puedan parecer una rinitis alérgica son necesariamente rinitis alérgica, o sea, si uno analiza las causas de inflamación a nivel nasal, pueden ser múltiples, por lo tanto, ahí uno tiene que ir dirigiendo un poquito el tratamiento, y el enfrentamiento. Los antihistamínicos sirven, pero la terapia de primera línea para la rinitis alérgica son los corticoides intranasales. Es un líquido que uno administra finalmente en la cavidad nasal y eso va a ayudar a disminuir la congestión, la picazón, la rinorrea, los estornudos porque el antihistamínico en general el efecto predominante es frente al estornudo y la picazón”. Existen dos mecanismos para confirmar o descartar la alergia, ambos disponibles en el hospital. Se trata del test cutáneo y el test in vitro o de sangre los que despejarán dudas respecto de las sensibilidades o alteraciones que despiertan determinados agentes en el cuerpo, que además podemos adquirir en cualquier momento de nuestra vida. “Uno puede tener alergia desde que nace hasta que muere en cualquier momento de su vida, y que uno haya tolerado un alimento previamente no significa que nunca vaya a ser alérgico, ya que en las alergias operan factores multifactoriales, en el sentido de que hay factores genéticos de riesgo, pero también puede haber efectos ambientales. La urbanización y la menos exposición al contacto con bacterias, con la tierra, con vegetales, hace finalmente que la población vaya aumentando cada vez más el riesgo de alergias”. Una de las alternativas más eficaces en la actualidad es la inmunoterapia, también disponible en el recinto médico dependiente del SSVQP, y que además de lidiar con la alergia, ayuda a prevenir nuevas sensibilizaciones. “Es la única terapia potencialmente curativa y tiene varias ventajas. Es una terapia de largo plazo que básicamente lo que hace, es que en un plazo de 3 a 5 años los pacientes pueden lograr incluso no requerir tratamiento de otros medicamentos como los corticoides o los antihistamínicos para el control de sus síntomas. Pero, además, también se ha demostrado que ayuda a prevenir nuevas sensibilizaciones”, indica el especialista.
Las alergias son reacciones a sustancias extrañas que provocan estornudos, congestión, picazón y en algunos casos, hasta inflamación en las vías respiratorias. Si bien las hay de muchos tipos, como alergias alimentarias, a los ácaros e incluso a los animales, por estos días las más recurrentes son las estacionales. Y es que la primavera causa estragos en el sistema inmune de más de alguno que no sabe qué hacer para evitar estos síntomas que podrían evolucionar de manera más compleja. Así lo explica Nicolás Faúndes, inmunólogo del Hospital Dr. Gustavo Fricke. “En el caso particular de lo que uno conoce habitualmente como alergias estacionales, hace referencia específicamente a los fenómenos de rinitis alérgica, que básicamente tras la exposición con algún alérgeno, en este caso polen, se genera una respuesta del sistema inmune a nivel local. También puede ser a nivel pulmonar, y se generan todos estos síntomas como la rinorrea, que es que corre agüita por la nariz, que pique, los estornudos, la congestión, esta obstrucción nasal que suele ocurrir. Y en los pacientes asmáticos también pueden ser generadores de crisis asmática”. ¿Cómo hacer para combatir estas reacciones? El inmunólogo explica que los antihistamínicos, que comúnmente utiliza la mayoría como loratadina y desloratadina, son útiles, pero que, para un tratamiento más certero, siempre lo mejor es consultar a un especialista. “Siempre es importante tener una evaluación por un médico o médica que permita el diagnóstico correcto, porque no todos los síntomas que puedan parecer una rinitis alérgica son necesariamente rinitis alérgica, o sea, si uno analiza las causas de inflamación a nivel nasal, pueden ser múltiples, por lo tanto, ahí uno tiene que ir dirigiendo un poquito el tratamiento, y el enfrentamiento. Los antihistamínicos sirven, pero la terapia de primera línea para la rinitis alérgica son los corticoides intranasales. Es un líquido que uno administra finalmente en la cavidad nasal y eso va a ayudar a disminuir la congestión, la picazón, la rinorrea, los estornudos porque el antihistamínico en general el efecto predominante es frente al estornudo y la picazón”. Existen dos mecanismos para confirmar o descartar la alergia, ambos disponibles en el hospital. Se trata del test cutáneo y el test in vitro o de sangre los que despejarán dudas respecto de las sensibilidades o alteraciones que despiertan determinados agentes en el cuerpo, que además podemos adquirir en cualquier momento de nuestra vida. “Uno puede tener alergia desde que nace hasta que muere en cualquier momento de su vida, y que uno haya tolerado un alimento previamente no significa que nunca vaya a ser alérgico, ya que en las alergias operan factores multifactoriales, en el sentido de que hay factores genéticos de riesgo, pero también puede haber efectos ambientales. La urbanización y la menos exposición al contacto con bacterias, con la tierra, con vegetales, hace finalmente que la población vaya aumentando cada vez más el riesgo de alergias”. Una de las alternativas más eficaces en la actualidad es la inmunoterapia, también disponible en el recinto médico dependiente del SSVQP, y que además de lidiar con la alergia, ayuda a prevenir nuevas sensibilizaciones. “Es la única terapia potencialmente curativa y tiene varias ventajas. Es una terapia de largo plazo que básicamente lo que hace, es que en un plazo de 3 a 5 años los pacientes pueden lograr incluso no requerir tratamiento de otros medicamentos como los corticoides o los antihistamínicos para el control de sus síntomas. Pero, además, también se ha demostrado que ayuda a prevenir nuevas sensibilizaciones”, indica el especialista.
