10 de julio de 2024
La familia Álvarez vive el momento más doloroso de sus vidas. Después de semanas de angustia y trámites, finalmente el cuerpo de Fabián Andrés Álvarez, el joven sanantonino fallecido en Irlanda, llegó finalmente a Chile la mañana de este miércoles.
A esta hora sus padres, desbordados de tristeza, esperan en el aeropuerto internacional de Santiago para recibirlo y traerlo a su último descanso en San Antonio.
“La verdad estamos con sentimientos encontrados porque sentimos algo de conformidad, pero mucha tristeza, pena, dolor. En este momento estamos esperando que la Seremi de Salud lo vea y nos dé el pase para retirarlo, estamos con mi hijo su mamá y yo en una salita, los tres juntos acá, con mucha tristeza, pero él ya está con nosotros”, comentó a Red Noticias Carlos Álvarez, el padre de Fabián.
Un Viaje de Esperanza que Terminó en Tragedia
Fabián, de solo 26 años, viajó a Irlanda el pasado 9 de mayo con la ilusión de mejorar su inglés y abrir nuevas puertas en su futuro profesional. Su entusiasmo y sueños, sin embargo, se vieron truncados el 15 de junio, cuando un dolor intenso en el pecho lo llevó al hospital de Dublín, donde murió repentinamente. El consulado de Chile informó de inmediato a sus padres, quienes desde ese día han vivido una pesadilla intentando repatriar el cuerpo de su hijo.
Hoy, el aeropuerto internacional de Santiago es un escenario de dolor y amor profundo. Los padres de Fabián, acompañados por familiares y amigos cercanos, esperan ansiosos la entrega del cuerpo de su hijo. La emoción es palpable, y las lágrimas fluyen mientras recuerdan a Fabián, un joven lleno de vida y sueños que ahora será despedido en su ciudad natal.
Todo esto mientras en San Antonio, la comunidad se prepara para rendir homenaje a Fabián. Sus seres queridos han organizado una despedida digna para un joven que dejó una huella imborrable en todos los que lo conocieron.
Los funerales del joven, programados para este jueves en el cementerio Parque Mirador, del cerro Bellavista, serán un momento de recogimiento y recuerdo, donde la familia podrá recibir la solidaridad y el cariño de su entorno.
En medio del sufrimiento, los Álvarez encuentran fuerza en la comunidad que los rodea, y en la certeza de que Fabián siempre vivirá en sus corazones.
Su regreso a San Antonio es más que el fin de un viaje; es el cierre de un capítulo lleno de amor, recuerdos y el anhelo de un joven que seguirá inspirando a quienes lo conocieron.