12 de febrero de 2025
El Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA) lanzó un importante recordatorio para aquellos que padecen enfermedades crónicas: no interrumpir sus tratamientos durante el verano. Las altas temperaturas, combinadas con el relajamiento propio de esta temporada, pueden poner en riesgo la salud de los pacientes si descuidan su medicación y cuidados.
El Dr. Felipe Adaros, médico del Programa de Salud Cardiovascular del Cesfam Jean y Marie Thierry, explicó que las olas de calor y el aumento de las temperaturas son factores de riesgo especialmente para aquellos con problemas cardiovasculares. "Es fundamental mantenerse hidratado y evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas", advirtió, agregando que interrumpir la medicación podría traer graves consecuencias, como infartos, accidentes vasculares o complicaciones relacionadas con la diabetes.
El Dr. Adaros subrayó la importancia de continuar con la rutina de medicación, indicando que un "verano saludable" no solo implica disfrutar del descanso, sino también cuidar de nuestra salud de manera constante. Interrumpir los tratamientos puede provocar descompensaciones, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones que podrían poner en peligro la vida de los pacientes.
El calor también puede afectar la eficacia de los medicamentos. La exposición al calor y la humedad puede alterar la composición química de los fármacos, especialmente los que se utilizan para tratar enfermedades crónicas como los diuréticos, antihipertensivos e insulina. El SSVSA recomendó almacenar los medicamentos en lugares frescos y secos, evitando zonas de la casa como la cocina o el baño, que están sometidas a cambios de temperatura y humedad.
El calor también puede afectar la eficacia de los medicamentos. La exposición al calor y la humedad puede alterar la composición química de los fármacos, especialmente los que se utilizan para tratar enfermedades crónicas como los diuréticos, antihipertensivos e insulina. El SSVSA recomendó almacenar los medicamentos en lugares frescos y secos, evitando zonas de la casa como la cocina o el baño, que están sometidas a cambios de temperatura y humedad.