9 de enero de 2024
En medio de una creciente ola de delitos violentos que azota a nuestro país, las autoridades chilenas se encuentran en medio de una encrucijada, evaluando medidas para contener la crisis de seguridad que se ha desencadenado. Una de las preocupaciones centrales se enfoca en el colapso de las cárceles y el alarmante incremento de la población penal extranjera en un corto período.
Según datos proporcionados por Gendarmería, entre noviembre del 2022 y noviembre del 2023, el número de reclusos extranjeros experimentó un aumento significativo, creciendo más del 40%, elevándose de 5.233 a 7.344 individuos. Esta cifra representa ahora el 13,8% del total de internos en el sistema penitenciario chileno.
Según informó El Mercurio, tres países son responsables de más del 80% de la población penal extranjera en Chile. Colombia encabeza este preocupante ranking con 2.053 personas privadas de libertad, seguido de cerca por Bolivia (2.005) y Venezuela (1.906).
Los informes de Gendarmería también revelan que las cárceles ubicadas en la Macrozona Norte del país son las que presentan la mayor proporción de internos extranjeros. En particular, los centros penitenciarios de la Región de Tarapacá lideran con un 50,8% de reos foráneos, seguidos por los de la Región de Antofagasta con un 34,6%.
De acuerdo con El Mercurio, las estadísticas muestran un aumento en las expulsiones de extranjeros en los últimos años. En 2021, se registraron 751 expulsiones, cifra que se incrementó a 1.220 en 2022. En el primer semestre del 2023, la institución reportó 246 expulsiones.