En un esfuerzo por acercar el arte a la naturaleza, las participantes pudieron efectuar una clase de pintura al óleo en el Humedal Giverny. Inspirado en los famosos jardines que retrató Monet, este espacio natural, reconocido por sus aromas, colores y formas, se convirtió en el escenario perfecto para que los asistentes plasmaran la flora nativa en sus lienzos.