2 de septiembre de 2024
El sábado 31 de agosto estudiantes de la Universidad de Playa Ancha y la Universidad Valparaíso se dieron cita en la Huerta Comunitaria Villa Marat para realizar trabajos voluntarios con el objetivo de mejorar la infraestructura del espacio. La actividad contó con la participación de 25 personas, quienes se enfocaron en renovar los accesos, desmalezar e instalar un estanque de 2.400 litros para generar un sistema de riego tecnificado.
La Huerta Comunitaria Villa Marat nace en el año 2020 como una opción de autogestión para abastecer la olla común que se realizaba en el cerro, la cual alimentaba a vecinos y vecinas que sufrían los embates de la pandemia Covid 19. Anteriormente esa quebrada era un basural y gracias al trabajo mancomunado entre las organizaciones del territorio y la Municipalidad de Valparaíso se logró limpiar el espacio.
Hoy ese lugar se convirtió en un espacio verde debido al trabajo constante de la comunidad del Cerro El Litre, quienes riegan, limpian y mantienen la huerta. Entre los cultivos se pueden encontrar habas, arvejas, alcachofas, rúculas, romero, acelgas, tunas, betarragas, cebollín, lechugas, limón, durazno, papayos, nísperos, alcayotas y zapallos, entre otras especies.
Una de las organizadoras de la actividad fue Paula Olivares Robles, estudiante de la carrera de geografía de la Universidad de Playa Ancha y participante activa de la huerta, quien valoró positivamente este espacio porque “ha hecho un buen impacto, ya que ver que acá hay verde y no hay basura te cambia la perspectiva de cómo se percibe el territorio”, a lo que agrega,” cuando se le toma respeto al territorio donde se vive se empieza a cuidar”.
Estos trabajos voluntarios se enmarcan en un proyecto adjudicado por el estudiante Alejandro Bilvao Cortés, quien cursa la carrera de Ingeniería Ambiental en la Universidad Valparaíso y coordinador del equipo de estudiantes de esa casa de estudios para participar en esta jornada.
Este proyecto, entregado por un fondo concursable de la Universidad Valparaíso, permitió la compra de un estanque de agua, herramientas y los materiales necesarios para mejorar las escaleras de acceso a la huerta. Además, contempla la realización de talleres ambientales para generar conciencia en torno a la importancia del resguardo de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.