16 de octubre de 2024
La Selección Chilena vive uno de los momentos más críticos de su historia bajo la dirección de Ricardo Gareca, quien ostenta un pobre 9,5% de rendimiento desde su llegada a Juan Pinto Durán. Esta cifra, que lo posiciona como el entrenador con el peor desempeño en los casi 100 años del fútbol chileno, refleja el complejo presente que atraviesa La Roja.
En siete encuentros oficiales, Gareca no ha logrado obtener victorias, acumulando cinco derrotas y dos empates. El balance de goles es igualmente preocupante, con solo dos tantos a favor y 12 en contra. Uno de los pocos goles anotados fue contra Bolivia, luego de la lesión de Carlos Lampe que permitió a Eduardo Vargas marcar.
Pese a este oscuro panorama, la Federación de Fútbol de Chile (FFCh) mantiene al técnico argentino al mando debido a la dificultad económica que significaría su despido. El contrato firmado en enero de 2023 entre Gareca y la FFCh se extiende hasta septiembre de 2025, lo que obligaría a la ANFP a pagar una indemnización cercana a los 3 millones de dólares en caso de cesarlo de sus funciones.
La situación financiera de la ANFP, que ha enfrentado despidos masivos bajo la gestión del gerente general Pablo Silva, impide una decisión rápida sobre el futuro de Gareca. Por ello, la estrategia actual es esperar los resultados de la doble fecha de noviembre ante Perú y Venezuela, y en caso de resultados adversos, buscar una salida negociada.
Una cláusula en el contrato de Gareca permitiría que el técnico y su cuerpo técnico, compuesto por Sergio Santín y Néstor Bonillo, se desvinculen sin indemnización si Chile queda matemáticamente eliminado del Mundial. Por ahora, la esperanza de clasificar sigue viva, pero las probabilidades se reducen.